Llevaba una escasa semana Londres yendo de un lado a otro sin para ni un solo momento para descansar. Me asombraban todos aquellos monumentos muggles y mas aún el modo en que habían conseguido construirlos...
Cuando al fin conseguí localizar el famoso Caldero Chorreante entre y tras tomar un café mientras removía la cucharilla con un ligero movimiento de muñeca, me decidí a preguntar tímidamente el modo de pasar al Callejón Diagon logré llegar a aquel lugar tan parecido al que había en Francia.
Después de buscar durante unos instantes el emporio de la lechuza pasé ilusionada y deseosa de conseguir una lechuza con la que poder enviar cartas a todos mis amigos de Francia durante mi estancia en este lugar.
Me interne en el lugar observando todo tipo de lechuzas: blanca, marrones claras con pequeñas manchas marrones oscuras, negras...